En Brasil, hasta el momento, ningún otro escritor que se haya formado dentro de una prisión ha alcanzado un reconocimiento comparable al que logró Luiz Alberto Mendes luego de la publicación de su libro Memórias de um sobrevivente (2001). Esta obra apareció cuando Luiz Alberto todavía se encontraba preso, cumpliendo una condena de más de 80 años. Nacido en 1952, en la ciudad de São Paulo, el escritor pasó buena parte de su infancia y adolescencia en institutos para menores delincuentes y a los 19 años fue enviado a prisión. Luiz hacía parte de esos sectores marginalizados de la sociedad a los que el Estado reserva, principalmente, las instituciones de encierro. En estas experimentó innumerables situaciones de violencia, pero también encontró amistades y gestos de compañerismo. Según relata en Memórias de um sobrevivente , sería un amigo de la cárcel, Henrique, el que le suscitó el gusto por la literatura. Esto habría ocurrido cuando los dos se encontraban en celdas de castigo aleda...
La cárcel como lugar de conocimiento, como lugar de potencia creativa. La cárcel como un espacio desde donde pensar y agrietar los muros que aprisionan y asfixian a quienes se encuentran tanto a un lado de la reja como al otro. Ese espacio donde se arroja lo que debe quedar afuera —otra de las tantas formas del cuarto de desechos— es también un lugar para imaginar afueras.